El Obispo de Caserta (Italia), Mons. Giovanni D’Alise, hospitalizado desde el 30 de septiembre en un centro médico local por contraer el COVID-19, falleció este domingo a los 72 años de un paro cardiorrespiratorio.
Según el último boletín del Hospital de Salud de Caserta, “el cuadro clínico de Monseñor D’Aliese se agravó por insuficiencia renal, diabetes mellitus, cardiopatía hipertensiva y dislipidemia. Se aplicaron todos los protocolos terapéuticos previstos para la enfermedad. También se trató con el nuevo medicamento antiviral Remdesivir. Su estado clínico era estacionario. El paciente fue monitoreado constantemente. El paro cardíaco ocurrió a las 6:00 a.m. y se confirmó la muerte a las 6:30 a.m. luego de maniobras de reanimación cardiopulmonar”.
El Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Cardenal Gualtiero Bassetti, en nombre de los obispos del país, expresó su cercanía a la Iglesia de Caserta en este momento de dolor.
“En la fiesta del santo patrono de Italia, San Francisco de Asís, nos unimos a la región eclesiástica de Campania ofreciendo nuestro más sentido pésame a los miembros de la familia, el clero, los religiosos y los laicos”, dijo en un comunicado.
“En los últimos meses –añadió el Cardenal– muchos sacerdotes han desaparecido por causa del COVID e incluso los obispos son ante todo sacerdotes entre los sacerdotes. Hoy nos dejó el obispo Giovanni, que hasta el final estuvo cerca de los demás y compartió un camino de sufrimiento”.
Finalmente, dijo que “la memoria del obispo Giovanni acompañará a nuestra Iglesia italiana hacia la Asamblea General, que se celebrará en Roma del 16 al 19 de noviembre”. “Hoy encomendamos a nuestro querido hermano a la misericordia del Padre, esperando recordarlo –junto a los que nos han dejado por COVID– en una celebración durante la Asamblea”, añadió.
En la mañana de este domingo 4 de octubre el cuerpo del obispo fue sepultado en la Catedral de Caserta en presencia de familiares y el Vicario General, Mons. Gianni Vella, según informó la Oficina del Portavoz y Comunicaciones Sociales de la Diócesis de Caserta.
La Misa de exequias se celebrarán sin la presencia del cuerpo el lunes 5 de octubre en la catedral, pero solo podrán asistir sacerdotes y obispos, respetando las normas sanitarias frente al coronavirus. La Misa será transmitida vía streaming a través de las redes sociales de la CEI y de la Diócesis de Caserta.
