P. Francisco Coste, SJ
Que el Dios de la vida, la esperanza y el amor este contigo hoy y siempre.
Mi nombre es Francisco Coste, sacerdote jesuita y Colaborador del Centro Juvenil Ignaciano. En este tiempo de cuaresma y aislamiento es nuestro deseo acompañarte para que sientas la presencia de Dios alentándote a luchar por la vida, estando en casa.
Así que puedes comenzar este momento de oración repitiendo en tu interior la palabra PAZ, PAZ, PAZ… Respira profundo. Toma conciencia de que estás en presencia de Dios… Un Dios que desea lo mejor para ti, que desea tu felicidad. Un Dios que está dispuesto amorosamente a entrar en diálogo contigo y ayudarte a encontrar el sentido de tu vida.
Ahora pon atención a esta oración de San Ignacio: “Que todo lo que quiero, todo lo que hago, todo lo que emprendo, conduzca a ti Señor.” La repites lentamente deseando con profundidad que toda tu vida esté orientada a Dios. “Que todo lo que quiero, todo lo que hago, todo lo que emprendo, conduzca a ti Señor.”
En el evangelio de hoy Jesús nos exhorta a que nos mantengamos firmes en su palabra que es brújula que orienta nuestra vida. Hagámonos conscientes de la incertidumbre producida por el estado de emergencia en el que nos encontramos. Jesús quiere dejarnos su palabra para ser libres de todo pensamiento que nos provoque tirar la toalla en nuestra lucha por la vida. La invitación de Jesús es clara “Si se mantienen en mi palabra serán de verdad discípulos míos; conocerán la verdad y la verdad les hará libres”. Esa libertad, es lo que nos va, hermanos y hermanas, a fortalecer en nuestro deseo de amar.
Pidamos al Señor que nos libre de alejarnos de él y su palabra… Por eso es tiempo de preguntarnos… ¿Es la palabra de Dios brújula que orienta mi vida? Pienso en los momentos en que la palabra de Dios ha sido fuente de consuelo para mí, traigo a la mente alguna situación concreta y cotidiana… ¿Qué cosas siento que me impiden poner la palabra de Dios como fuente de consejo, esperanza y vida? intento identificar eso que me impide confiar plenamente en Dios y lo pongo en sus manos, haciéndome consciente en su infinita misericordia.
Seguimos encomendando a Dios, todos aquellos y aquellas que siguen apostando por la vida desde algún discreto servicio. Oramos por todas las familias del mundo, en especial por las nuestra, (Por la mía) pidiendo que el Señor les fortalezca con su amor y su gracia en estos momentos tan delicados.
Te exhorto que al final de este día busques un espacio en la noche, antes de acostarte y hagas la “Pausa ignaciana”, un tiempo importante para examinar como Dios ha estado presente en tu día:
- Primero: en silencio, recorre en la memoria los momentos más significativos, importantes y reconciliadores del día.
- Segundo: agradece a Dios todo el bien recibido, un gran corazón es un corazón agradecido.
- Tercero, pedir perdón y revisando mis faltas: ¿En qué momentos le he fallado a Dios y a los demás? Y habiendo identificado con sinceridad y pido perdón.
- Cuarto: Cerrar este momento presentando al Señor pidiéndole su ayuda para vivir plenamente el día de mañana.
Para finalizar, sigamos manteniendo nuestra confianza en Jesús que es palabra de vida que reanima nuestro corazón…
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
MEDITACIONES ANTERIORES
30 de abril. ESCUCHAR
Centro Juvenil IgnacianoCentro Juvenil Ignaciano
Proyecto Audios diarios de los EE de Cuaresma
Radio Santa María
Marzo 23 a Abril 12 de 2020
Equipo de Colaboradores
1. Arisleyda Rincón, fi2.
2.-Aura Camilo,
3.- Clara Tejeda,
4. Francisco Coste, sj (Mello)
5. Greisy Muñoz6.
6.-Karla Guerra,
7. Pedro Rivera, sj