RADIO SANTA MARIA.
Comentario del director general
Programa Buenos Días País, 24 de abril 2020
El Covid19 ha trastornado todas las dimensiones de nuestra vida. La distancia social nos mantiene en casa, en el barrio, en el campo, o en el vecindario. Ninguna actividad se desarrolla de acuerdo a la normalidad a la que estábamos acostumbrados. Son cambios drásticos que exigen una gran reorganización de la vida. Cambios que demandan mucha creatividad y la cooperación de las personas y de las instituciones.
El impacto se siente con fuerza en la cadena de distribución de alimentos es ese conjunto de acciones que se inicia en un lejano laboratorio donde se preparan las semillas para llevarla a todo el mundo. Ese proceso sigue con el ingreso al país de la semilla y posterior distribución por las agroquímicas, para continuar con la preparación de la tierra para su siembra. La cosecha entonces requiere mucho cuidado, por meses requiriendo todo el cuidado del productor y de los trabajadores. Esos pasos llevan el producto a la madurez, la cosecha, empaque e inicio de su traslado a mercados, supermercados y espacios formales e informales de distribución para que entonces cada familia los pueda adquirir y consumirlos. Como vemos la distribución es dependiente de la producción y del consumo. Esta cadena está confrontando problemas serios en vista de las drásticas medidas que todos estamos obligados a cumplir para evitar la propagación del Coronavirus que causa el Covid19.
Lo que es seguro hoy y lo será mañana es que tenemos que seguir viviendo y para ello es necesario producir, distribuir y consumir alimentos. La Pandemia nos obliga a ser creativos. Cada sector involucrado tiene que hacer su parte.
La producción
Las fuentes de financiamiento deben ser garantizada con flexibilidad para el productor y aquí juega un rol importante el Estado y el secto privado financiero. El productor debe asegurar el salario de los trabajadores y la salud de los mismos. Ellos deben trabajar y deben guardar la debida distancia y protección lo que no es difícil en un sembrado donde el terreno es áplio. El trabajador tiene que exigir estas garantías y el productor debe estar en condiciones de ofrecerlas. Los choferes y los medios de transporte deben guardar las mismas observaciones de seguridad y de distanciamiento social.
La distribución
El gran problema en estos momentos es que los grandes compradores como restaurantes y hoteles están cerrados. Esto lo cambia todo! El productor se ve obligado a cambiar en su estrategia de producción y distribución. Ya no puede vender a los grandes compradores. Pero además, los lugares tradicionales de distribución como mercados y supermercados ya han integrado las medidas de seguridad para que las compras puedan realizarse con higiene y disciplina. Sin embargo siguen siendo lugares de aglomeraciones. Lugars de riesgo ante el contagio del Covid19.
El consumidor
A los productores sólo le queda apuntar para otro lado, como alternativa vender a las grandes mayorias, a los diez millones de dominicanos que somos y a los otros diez que hay en Haiti. La forma de empacar cambia. Los lugares de distribución tambie. El gran obstáculo es el poder adquisitivo del consumidor de a pié, las grandes mayorías. Sin dinero no se compra, o con los precios disponibles no es posible. El costo de producción tiene que bajar para que el producto puede llegar a un mejor precio y sea accesible a más gente.
Me parece que podriamos explorar algunas ideas. 1) Realizar una lista de productos agrícolas orientada por el nivel nutricional que aportan a la gente. A fin de garantizar que se consumirá lo es fundamental, necesario. 2) Examinar dentro de esa lista los productos que se producen con el menor costo y en menor tiempo 3) organizar a nivel nacional la inversión del Estado en aquellos alimentos que van a garantizar en el corto y largo plazo la alimentación y la salud de población. El Estado tiene que pasar de comprador a regulador y organizador de la producción activar las instituciones que tiene para ello. Evitar el exceso de producción en un solo reglon. Mejorar canales, tecnoloía de producción y sistemas de almacenamiento. Y finalmente identificar aquellos renglones que permanecen abiertos para la exportación como lo es el banano porque todo esto debe ser parte de una estrategia para entrar mejor preparados al mundo que se avecina y que ya está aquí.
Estamos convocados a ser creativos, solidarios , en definitiva a salvarnos todos y todas.