Conferencia Dominicana de Religiosos y religiosas
CONDOR
COMUNICADO
Los religiosos y religiosas de República Dominicana unidos en la CONDOR (Conferencia Dominicana de Religiosos y religiosas) y representados por su Junta Directiva, de común acuerdo con los Superiores Mayores de las Congregaciones Religiosas presentes en el país, deseamos manifestar nuestra posición ante los hechos escandalosos ocurridos el pasado 16 de febrero 2020.
Como cuerpo, reunidos el 27 de febrero, hemos hecho memoria de los Trinitarios, quienes en su juramento del 16 de julio de 1838 manifestaban su deseo de cooperar con su persona, vida y bienes a implantar una República libre e independiente de toda dominación extranjera, desde entonces llamada República Dominicana y, desde la lógica de la lucha libertaria que recordamos, deseamos expresar nuestro apoyo a todo dominicano y dominicana que, en las circunstancias actuales, con gran altura cívica, organizada y pacífica, lucha por mantener en el país un estado de derechos, respeto y libertad. Cosa que nos parece no están haciendo nuestras autoridades, que parece han perdido el horizonte inspirador de los llamados Padres de la Patria y sólo buscan mantenerse en el poder al precio que sea, no tanto para servir al PUEBLO sino por lograr beneficios personales.
Ante la experiencia vivida al ver frustradas las elecciones municipales y violado el sagrado derecho de todo ciudadano/a al voto democrático, como religiosos/as, – consagrados/as a instaurar desde nuestros respectivos carismas el Reino de Dios y su justicia en medio de la sociedad dominicana -, no podemos ni queremos hacernos indiferentes. No podemos ni queremos callar nuestras voces ante los gritos del pueblo que exige justicia. Creemos que TODOS, NO UNOS POCOS DOMINICANOS/AS, tienen derecho a decidir sobre el destino del país.
En consecuencia, en solidaridad a todos los que hacen los mismos reclamos, en especial unidos/as a los Jóvenes de la Plaza de la Bandera, DEMANDAMOS:
1.- Aclarar ¡ya!, – llegando hasta las últimas consecuencias -, lo sucedido el domingo 16 de marzo y dar respuestas convincentes ante las dudas que han quedado en el Pueblo; saber con claridad quienes son los responsables de ese hecho tan indigno de un país democrático y libre, que ha violado la voluntad popular.
2.- Imponer a los implicados en el fracaso electoral las sanciones oportunas dentro del marco legal.
3.- Garantizar el derecho a unas elecciones libres, limpias, transparentes y que se acepte la decisión mayoritaria de la voluntad popular.
De la mano de María de la Altagracia, Protectora del pueblo dominicano, agradecemos a Dios que haya animado a la juventud a reclamar sus derechos, saliendo a las calles y plazas a “hacer lío” como pidió el Papa Francisco. Y hacemos eco de la Palabra de Dios “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados” (Mt 5,6) para proclamar bienaventuradas a todas las personas que siembran paz y justicia en nuestra Republica Dominicana.
Tenemos la plena seguridad de que juntos/as podremos lograr una sociedad más justa y pacífica si, como dijo Juan Pablo Duarte, trabajamos “… por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”.
JUNTA DIRECTIVA
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