El año escolar 2020-2021 tendrá un costo de RD$50,000 millones (casi un 25% del presupuesto que recibirá en el 2021), incluida la compra de computadoras, el acceso a internet, la capacitación de los docentes y la adecuación escolar.
Así lo informó el ministro de Educación, Roberto Fulcar, al ser cuestionado por los periodistas al respecto, al término de un acto realizado ayer para desglosar su estrategia “Aprendemos en Casa”.
Al encabezar el evento, afirmó que perder un año escolar sería “una tremenda tragedia nacional”. Dijo: “Sentarnos a esperar que el COVID se fuera cuando quisiera y entonces comenzamos con la educación”, es una posición pesimista.
Aseguró que su gestión tiene como pilar la inclusión. Agregó que para asegurar que la educación llegue a los tres millones de niños y jóvenes: “Allí, donde haya un niño en el batey, montaña, barrio… que se ausentó o que su padre no responde buscaremos la forma de que el profesor vaya a ver lo que está pasando”. En ese sentido, dijo que desde el primer día de clases determinarán el nivel de ausentismo para evitar la deserción escolar.
Argumentó que el COVID-19 no va a evitar que la República Dominicana dé “un salto gigantesco en materia de educación”.
Llamó a la unidad nacional para asumir la educación como un compromiso colectivo, de nación, sin importar clases sociales.
Fulcar reveló que instruyó a las direcciones regionales y distritales y centros educativos, que “disponen de un dinerito”, a comprar últiles escolares para garantizar que los estudiantes tengan cuadernos y lápices de forma rápida y no tener que licitarlos.
En el acto, la representante en el país de Unicef, Rosa Elcarte, felicitó a los sectores público, privado y de la sociedad civil que a su entender han demostrado que la educación “une a este país como uno solo”.
Reveló que Unicef ofreció apoyo técnico en los dos ciclos de la educación primaria y el primer ciclo de secundaria. Indicó que la estrategia integral “Aprendemos en Casa” busca que con los cuadernillos mensuales no haya excusa de que los que no tienen internet ni electricidad no estudien. Además, que al trabajar sobre la misma temática la familia no se “vuelva esquizofrénica”. Reveló que los padres contarán con un canal de televisión, en el que les darán orientaciones sobre su acompañamiento en la enseñanza. A los padres iletrados se les explicará cómo ayudar a sus hijos con interpretaciones teatrales.
Destacó el gran esfuerzo para garantizar la inclusión realizado por el Minerd, implementando una estrategia integral que incluirá materiales para niños con discapacidades visuales y auditivas y con autismo. Así como el apoyo psicoemocional. Por eso, los cuadernillos tendrán versiones en braille, lengua de señas y pictogramas.
Reveló que los ministerios de Salud Pública y Educación acordaron que los estudiantes con más inconvenientes de aprendizajes podrán ir a las aulas, en fechas acordadas previamente y cumpliendo protocolos. Afirmó que la educación, como derecho fundamental, no se puede paralizar por emergencias o una pandemia.
En tanto que Inicia-Educación ofreció apoyo técnico en el segundo ciclo de secundaria. Su representante, Angela Español, explicó que escogieron como estrategia metodológica el aprendizaje basado en proyectos y en el desarrollo de las competencias. Reveló que cuidaron los aspectos emocionales de los jóvenes, como salud y prevención.
Mientras que la viceministra de Asuntos Técnicos y Pedagógicos del Minerd, Ligia Pérez, destacó que dos encuestas revelaron que más del 80 % de los padres no querían enviar a sus hijos a las aulas por miedo al COVID-19. Educación recibirá este año un presupuesto que ascendería a RD$194,510.2 millones, según el Proyecto de Presupuesto sometido al Congreso Nacional.
El vicepresidente de la ADP, Juan Núñez, solicitó al ministro de Educación que además de consultar a los expertos internacionales continúe su línea de consulta con los profesores, que tienen muchas experiencias. Mientras que Jaime Tolentino, de la Asociación de Padres, Madres y Amigos de la Escuela (APMAE),