MENSAJE CON MOTIVO DE LAS ELECCIONES 16 FEBRERO Y 17 MAYO 2020
Diócesis de La Vega, 15/02/2020
Amados hermanos en Cristo:
Dirijo este mensaje a todos los sacerdotes, diáconos, miembros de la Vida Consagrada, laicos y a todas las personas de buena voluntad de la Diócesis de La Vega.
Les saludo con afecto y les deseo paz y bien en Cristo nuestro Señor.
El núcleo de este mensaje está fundamentado en algunas ideas de la Carta Pastoral publicada el 21 de enero de este año 2020.
Se acerca ya la fecha en que todos los dominicanos mayores de 18 años seremos convocados a las urnas para elegir a nuestras próximas autoridades. Nuestro País vive un importante momento en su quehacer democrático de cara al proceso electoral 2020 que está transcurriendo y que culminará en su primera etapa el domingo 16 de febrero cuando acudiremos a las urnas a ejercer el voto para elegir a nuestras autoridades municipales, y en su segunda etapa el domingo 17 de mayo cuando acudiremos a elegir al presidente de la República y a los legisladores. Estamos ante un momento político de gran importancia en que es necesario fortalecer la esperanza, animándonos a asumir de manera responsable el compromiso ciudadano del voto.
El Canon 287 del Derecho Canónico dice: “§ 1. Fomenten los clérigos siempre, lo más posible, que se conserve entre los hombres la paz y la concordia fundada en la justicia. § 2. No han de participar activamente en los partidos políticos…”. En tal sentido, les recuerdo que la Iglesia, como “madre” de todos los católicos, no se expresa a favor de ningún partido o candidato; y que los “ministros del culto”, aunque tengamos nuestra propia preferencia personal, debemos guardarla en el silencio del corazón donde no se divida a las comunidades. Cada SACERDOTE debe servir a la unidad del rebaño, por estar llamado a ser factor de unidad y de comunión, de reconciliación y de paz.
El apasionamiento en favor de algún partido es natural, pero es preciso controlarlo para evitar consecuencias negativas en la convivencia familiar, la amistad y la buena vecindad. Pedimos a Dios que después de las elecciones, ninguna familia se divida, nadie se aleje de algún amigo y que todos continúen viviendo en armonía, de manera especial en nuestras comunidades cristianas, donde debe darse el mejor testimonio de comunión.
¡Vayamos a votar! Les reitero que emitir nuestro voto es un deber ciudadano. Tengamos presente que, como pueblo, elegimos y otorgamos el mandato a nuestros representantes por medio del voto. El voto es una forma de lograr pacíficamente el gobierno que anhelamos. Sólo con el voto libre y consciente tú puedes construir un gobierno democrático. No olvides que nadie puede elegir por ti, por eso, cada elección es una oportunidad histórica que no debemos dejar pasar. A la hora de estar solos frente a la boleta de elección, estaremos solamente frente a Dios y frente a nuestra conciencia buscando el bien del pueblo dominicano, no el bien, ni el interés personal o familiar.
Invito a todos a los fieles laicos comprometidos, a los ciudadanos/as a conocer y analizar cuidadosamente las propuestas de los candidatos por los que votaremos, buscando tener la certeza de que sean personas honestas, veraces, sensibles a las necesidades del pueblo. Elijan a quienes reúnan las mejores condiciones para los cargos a que son postulados.
Los católicos hemos de votar por un candidato honesto, que respete y haga respetar las leyes, que se tome en serio la defensa de nuestros recursos naturales, de igual modo que respete y haga respetar la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural. Un gobernante que garantice la paz y la seguridad en todos los espacios de la sociedad. Un gobernante que gobierne para todos, pero que lleve siempre en el corazón a los más necesitados.
Al acudir a votar, rechacen con fuerza a quienes les propongan comprar su voto y su conciencia a cambio de comida, dinero u otra cosa, porque la conciencia no es un simple artículo de compra y venta. No se dejen sobornar.
– A los funcionarios públicos, los partidos y los candidatos, les pido un comportamiento político ético, justo y respetuoso del Estado de Derecho y sensible a los anhelos más profundos de los ciudadanos.
– A la JCE que sea un árbitro justo, imparcial y creíble. Valoremos y apoyemos su misión de fortalecimiento de nuestra institucionalidad democrática.
– Recordamos a los medios de comunicación que tienen la gran oportunidad de servir a la Patria informando la verdad del proceso haciendo frente al morbo y a tantas falsas noticias que se generan en las redes sociales.
Oremos por nuestra Patria, para que, cual sea el resultado de las elecciones, mantengamos la serenidad, la paz, la cordura y la armonía. Que la NS de Las Mercedes, Patrona de los dominicanos y NS La Altagracia, la Madre de Dios, nos conceda buscar el progreso de nuestra Patria por los caminos de la democracia, la justicia y la paz. Dios les bendiga a todos y que ganen aquellos que el pueblo elija. Amén.
Les bendice,
+ Héctor Rafael Rodríguez
Obispo de la Diócesis de La Vega